SANTCELONI: EXCELENCIA. 🌟🌟 Michelín muy merecidas.

Santceloni es excelencia desde el momento en que llamas para hacer la reserva hasta el momento en que te ayudan a ponerte de vuelta el abrigo y te devuelven el coche en la puerta.

Lo que vivimos el pasado sábado es simplemente EXCELENTE. Excelente la comida y excelente el servicio. Nunca habíamos visto y vivido en primera persona una experiencia conjunta (cocina+sala) así. Nos pareció la máquina perfecta. Tanto Óscar Velasco como Abel Valverde son 2 genios de lo suyo. La cocina es delicada, cuidada, bien balanceada y la sala es dinámica, encantadora, elegante, detallista, PERFECTA.

La experiencia gastronómica en sí comienza con 7 aperitivos de la casa más un continuo flujo de distintos panes (deliciosos) con un AOVE Castillo de Canena preparado exclusivamente para ellos con un coupage de arbequina, picual y royal simplemente magnífico. 

Los entrantes eran:

– Sopa fría de ostras y lentejas negras. (6/10)

– Falso mejillón con acelga roja.(7/10)– Calamar crujiente con coliflor. (7/10)

– Galleta de parmesano y champiñón.(9/10)

– Buñuelo de aguacate y huevas de pescado. (7/10)

– Tallarines de calamar con remolacha.(8,5/10)

-Bocado de patata levemente picante.(6/10)

Todos eran bocados técnicamente cuidados, si bien, los que más nos sorprendieron fueron la delicadeza de la galleta de parmesano y la curiosa mezcla del calamar impregnado (entiendo que al vacío) de remolacha, visualmente muy curioso.

Nuestra elección como platos a compartir fue: 

– El clásico ravioli de ricota ahumada con caviar «Petrossian, Alverta Imperial», típico de Santceloni. La delicadeza lleva al extremo (en lo bueno y en lo malo).(8/10)

– Y la ensalada de gamba roja (textura auténticamente increíble y conjunción perfecta con el leve crujir de la cebolleta que hacía de soporte). Matices perfectos de ahumados.(9/10)

Aquí llegó uno de los grandes detalles de la noche y es que mi mujer dudó entre los raviolis y las alcachofas de temporada y ante la elección primera, nos convidaron al segundo. Detalle por su parte porque es un plato que no se puede dejar de pedir. Tiene unas alcachofas tiernas con una crema de apionabo y caldo de jamón y trufa negra. DE LI CIO SAS.(9/10)

Como plato, la Sra.Bombonvivant eligió unos salmonetes con huevos rotos y migas. ¡Tremendos! Por tamaño y por las texturas enfrentadas del pan crujiente con el pescado y la cremosidad del huevo. El aceite de pimentón le daba el toque auténtico de las migas tradicionales. (8,5/10)

Yo elegí un rodaballo confitado en grasa de jamón ibérico, superlativo, con brunoisse de pepino y nabo, con caldo de champiñones.(9/10)

No podíamos irnos sin probar la archiconocida tabla de quesos. La descripción de la misma que hace Abel Valverde es magnífica (es un fuera de serie y los galardones no pueden ser más merecidos). Hasta 9 distintos. Desde el triple cremoso hasta el Bucarito azul de Rota, pasando por Comte suizo, el queso propio de Santceloni al aguardiente, el campeón mundial de los quesos ahumados llegado de Valladolid, el recubierto de uvas o el brie. MAGNÍFICA EXPERIENCIA.(10/10)

La tabla completa era así:

Por último, les petit fours:

Tomamos 3 vinos. En el aperitivo Manzanilla Sacristía (8/10) para los platos de pescado un Kienz de la Alsacia francesa (8,5/10) y para los quesos un Jerez  Lustau East Indias Solera (9/10). Todos PERFECTOS. El sumiller entendió perfectamente lo que queríamos en cada momento y lo maridó de forma genial.

En cuanto al ambiente, magnífico como no podía ser de otra forma. Elegancia pura, cuidado de todos los detalles, delicioso silencio que permitía incluso escuchar cómo el jefe se sala cortaba el Jarrete en la mesa central a quienes lo habían pedido. (10/10)

Hemos ido a muchos restaurantes con estrellas Michelin en los que la sala acompañaba perfectamente a la cocina; en este caso, la cocina acompañó excelentemente a la magnificiencia de la sala. Difícil comparación tienen la gran mayoría de futuros nuevos restaurantes a los que vayamos.

Debemos mencionar a Jorge, la persona que nos atendió en todo momento. Da gusto sentir que alguien disfruta haciendo su trabajo. Placer absoluto.

El coste alto. No me pareció caro por el servicio, la calidad y la cantidad recibida.(8/10)

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